Una tarde en Figueras
Paco, mi fiel perro, corre
sepenteando con esmero
los arbustos y sus sombras
piedra al otro, ría a un lado
protegido por la torre
dueño del jardín entero
bajo el sol que lo nombra.
Paco, mi fiel perro, corre
sepenteando con esmero
los arbustos y sus sombras
piedra al otro, ría a un lado
protegido por la torre
dueño del jardín entero
bajo el sol que lo nombra.